Monday, February 16, 2009

De aves

La pared refleja sombras y la ventana las descubre; ellas están al otro lado, vuelan con una sincronía usual en su especie: no se empujan, no maldicen y a las madres las dejan en paz.

¡Cuánta diferencia!

¡Qué bueno que soy humano, de lo contrario todo se limitaría a seguir una línea perfecta!

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