Saturday, May 16, 2009

Adiós y Hola

No tengo idea de si este blog efectivamente llegó a tener las visitas que dice el contador.

De todas formas escribo para despedir este espacio.

Nos vemos

Monday, May 11, 2009

Perder la cabeza

Voltea a la izquierda, a la derecha, hacia atrás, hacia la derecha de nuevo; se le cae la cabeza

Saturday, May 9, 2009

Delito y resurrección

Cuando las penas logran disiparse, cuando los ruidos de tu mente dejan de funcionar, al instante en que tú empiezas a pensar en la palabra prohibida, en la s seguida de la u y luego la i que comienza a formar el sentido, para acatar el sendero de la c, otra i, la d, otra i y para estas alturas la acción ya no necesita ser nombrada, es un camino para la desesperación, para el fin de tu destino, cuando no sabes qué hacer para acabar con el dolor y el enfrentar a la vida no es tu salvación, eres demasiado débil.

Tú crees que la debilidad es innata a mí, equivocado estás; pero me doy cuenta de la forma en que el mundo ve a la gente como yo y digo como, porque incluso aquellas no son exactamente iguales a mí. Sí, observo tu mirada, no crees lo que expreso; sin embargo, ni siquiera tú reconoces tus estereotipos, tu cerrazón a la vida; eres un ente que deambula por aquí y por allá siguiendo las reglas que los demás marcan; nunca innovas.

Lo que dices puede ser cierto o quizá no, mas algo no es errado, tú has cambiado, nunca serás las que fuiste, por eso te había ignorado, porque desprecias lo que yo adoro, porque a tu lado me haces sentir como un sujeto anacrónico en cualquier aspecto; fuiste para mí, pero ahora nunca más lo serás. Has avanzado.

Sé lo que dices. He visto hacia delante, nunca hacia atrás y mucho menos me he quedado estática a la mitad del camino mientras un camión me arrolla. Sí, no fue tu culpa, tampoco la de él. Veamos las diferencias: tú aún respiras, él está más muerto que tu madre. No me veas así, lo sabes, ella también debió morir, así como tú lo harás, ahorita mismo, aquí; esta pistola que sostengo será colocada al lado de tu cabeza en tu ataúd. Sí, sufre, sufre, porque sólo oirás este sonido.

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Al fin, lo he hecho, aquél está inerte, en su cama, en su casa y nadie sabe qué le habrá pasado, a nadie le importaba, ni a mí. Lo peor es que no he sentido nada al jalar el gatillo, que cosas. Gato muévete, tu mirada no me asusta; le tengo más miedo a mis propios ojos, los espejos nunca serán tan acusadores. Lo mejor será llevar a cabo la palabra prohibida, es eso o mejor corro y considerando que mis piernas no tienen movilidad y que esta silla de ruedas no me da para huír sin aspavientos, mejor me acerco a esa ventana ¡Qué paisaje tan hermoso!

Veo los edificios, el Sol, ahora contemplo las ventanas, a las personas; todo y todos están más cerca, el piso aparece ante mí.

El cráneo queda deshecho, los viandantes oyen el ruido; con mi último aliento contemplo la mirada aterrada de esa joven de unos quince años, ¿la marcará el haber visto a una mujer morir? Ojalá no.

Curioso que lo primero que vea en esta forma incorporea sea mi delito, o más específicamente, la prueba del mismo: ese cuerpo maldito, ese sujeto sin alma, ese demonio en vida y Nada, nada aquí en la muerte, por él estoy aquí, en una oportunidad para renacer.

¡Qué bonita luz y oscuridad! Y aquí, ahorita renazco, soy otra, a comenzar de nuevo, a vivir.


Thursday, May 7, 2009

Locura estrambótica

Y se sintió fuera de este mundo, mas parte de él. El ayuno que llevó a cabo en dos días lo tumbó; llegó a su casa y en menos de dos horas no venció en la lucha contra el cansancio, al despertar, todavía mareado, no supo cuánto había pasado, su primer pensamiento fue directo a su ropa, de seguro la lavadora había derramado toda el agua.

Cuando logró ponerse en pie se dirigió al cuarto de servicio donde observó que el líquido no se había esparcido, al menos no como se lo imaginó, como ese océano donde los gatos nadarían, no, simplemente encontró un pequeño riachuelo a medio secar, el calor que lo despertó también salvó su coartada, la última.

No resistió otro ayuno.

Comió al día siguiente; antes se dio cuenta de que su locura era estrambótica, bipolar y lo mejor de todo es que era por temporadas; aunque él no la entendía. Nunca lo haría.

Sunday, May 3, 2009

Sólo en el apocalipsis veré [completa] Doomsday (2008)

Lo saben, estoy seguro de que lo saben, pero aún así lo diré: "Doomsday (2008)", película de Neil Marshall es, hmmm, peor que malísima, mucho peor que peor que malísima, no sé como es que Rhona Mitra, que en el 2009 sale en la nueva película de la saga "Underworld" haya decidido participar en la "cosa" de "Doomsday".

Si quieren ver la cinta será bajo la posibilidad de odiarla a muerte.

Ahora que si de verdad desean saber de qué trata ya no sigan leyendo:

La historia comienza con un típico tópico de estos días: virus, contagios, Gran Bretaña que se cierra al mundo, Escocia que es el primer punto donde la enfermedad aparece y por tanto la gran, GRAN aislada.

La mayoría de la gente sana o no tan loca e infectada vive en algún punto de Inglaterra, mas, vualá, el primer ministro logra enterarse de que en Escocia, donde no debería haber nadie vivo, sí hay población que no se cae a pedazos por la enfermedad; entonces surge la gran decisión, es necesario enviar a un equipo para ir a revisar Escocia, encontrar la cura y regresar con la misma, para que así los británicos logren vivir felices para siempre o hasta que otra amenaza aparezca.

Sí, sí, los ingleses también están muy mal, aunque no como en Escocia, donde no debería haber si quiera vida, pero ¿Qué creen? En ese último lugar sí hay vida y son gente sana y paranoica, donde comen gente y donde quien gobierna, por decirlo así, es el hijo del doctor que aparentemente ha hecho la vacuna.

Pero, ese gran científico, según la masa, está muerta, pero como la masa se equivoca casi siempre... Resulta que está vivo y sólo puede ser contactado por su hija, sí, también tiene una hija, quien sabe que esa eminencia científica vive en un lugar de Escocia donde ¡Adivinen! Los humanos parecen haber retrocedido a la edad media o antes, en esa épica de caballos y armaduras y hasta quizá dragones. Aquí es cuando apague el Dvd...

En serio, ¿virus con edad media y espectáculos baratos de caníbales y medicina y dilemas políticos? Quizá puede haber una gran combinación pero "Doomsday" no la tiene; la trama está peor que el más enmarañado de los cabellos.


Necesito que los cines vuelvan... -__-

Friday, May 1, 2009

Porque el hogar no siempre es aburrido

¿Quién dice que una casa es igual a bostezos?

Vean estas situaciones de la vida real:

Es de noche y una persona, la persona "X" está en su baño desechando la comida ¡Y se va la luz! Todo está negro, no ve nada, así que sólo se le ocurre pedir una linterna a su hermana o papá, quienes, no importa que abran de más la puerta: no ven nada.

El gato de una familia cae de un tercer piso y sólo se enteran por el prolongado: ¡Miaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!! Ah y por los gritos de los vecinos.

Un joven queda encerrado en la terraza, ¿cómo? Porque ésta nada más se abre por dentro y él está ¡Afuera!, donde, repito, no hay ningún, en serio, ningún picaporte o algo parecido. Menos mal que tiene el celular para llamar a alguien que le abra; aunque no siempre los familiares están disponibles.


¿Y qué me dicen de las llamadas de los cobradores?

¡Hola!

Sí, buenos días, ¿está fulanito?

No, no está, ¿cuál es el asunto?

Ah, le hablamos de bla, bla, bla...

Bien, ok, yo le digo.

¿Y usted no puede hacerse responsable del pago?

¡Uy! ¿Yo? No pues no

¿Por qué no?

Porque es su vida (del padre, madre, hermano o hermana)

Ah, entonces si se cae o algo le pase, ¿es su vida? (referencia a las mismas personas que las del paréntesis de arriba)

Ajá, bien, adiós

¿Y no sabe por qué no ha pagado?

Quizá, porque no tiene dinero (tono de sarcasmo al 100%)

Oiga, yo le hablo bien, bueno sabe qué, le hablo después. Adiós

Adiós

O las típicas grabaciones:

"Le hablamos de "marca del demonio" para bla, bla, bla..." Es mejor colgar, así no se pierde el tiempo; sin embargo, si lo desean pueden desquitar su furia con esas voces pre grabadas: nadie les dirá nada.

¿Ya ven? La casa también es fuente de diversión, incluso las llamadas de las personas que quieren un depósito de miles de pesos son divertidas, sobre todo si se sabe cómo manipularlos, nunca olviden esta parte: "Ah, sí, espere, voy por una hoja para anotar, apuntar, etc" y mientras dejan una tonadita del celular, del radio o de algún otro medio.

Total, a falta de lugares recreativos el hogar es la mejor opción.

PD: Se me olvidaba, otra fuente de felicidad y más directa es ir a molestar o conocer a los vecinos, porque, en serio, ¿cuántos de ustedes de verdad saben quién y cómo es la gente que está tan cerca de ustedes? Y sí, hablo de las personas que viven a su lado, exactamente al lado de su morada.

La pregunta de arriba va más para los que viven en unidades habitacionales, en calles creo que sí es más factible que se conozca al inmediatamente cercano.

Thursday, April 30, 2009

Niños. Ficción

No olviden que la ficción no es rival para la realidad:




Voló. La pelota salió de la escuela, pidió permiso para atravesar esa enorme puerta negra. Ya del otro lado observó cómo un carro se detuvo, bajó un señor y lo saludó.

Él, sin saber qué hacer, simplemente corrió hacia su regalo, con el que todo su grupo estuvo jugando, hasta este momento, cuando sintió un jalón, un golpe, más dolor; la bola con la cara de Mickey quedó sin dueño.

El director vio su reloj, como el que les había dado a los niños, apenas hace unas horas. Cruzó el umbral de la escuela y en la calle contempló a un Mickey solitario; al instante reconoció el presente y entró para llamar desde su oficina a la policía. Algo había sucedido.

Los infantes se arremolinaron en derredor y lo vieron con signos de interrogación en las miradas; de repente, un crío comenzó a llorar, posiblemente porque supo que ya no volvería a hablar con su mejor amigo, o quizá porque le dolía la panza. El director supuso que sería lo último; grave error.

Al llegar a casa, el pequeño que logró darse cuenta de la gravedad de la situación contó todo a sus padres, quienes incrédulos llamaron a otros padres, quienes, a su vez, marcaron más números. A las cinco de la tarde la escuela estaba llena con adultos discutiendo.

El niño que narró la historia a sus papás entró al salón donde los ruidos y las mentadas subían de tono; los mayores lo vieron y le dijeron que saliera, el infante obedeció y salió, pero no sólo del cuarto, sino de la escuela.

Después de una hora los quince padres se dieron cuenta de que sus hijos no estaban, así que salieron corriendo a buscarlos, mas no encontraron a ni uno. Entre gritos y sollozos se acusaron mutuamente. Un adulto calló a los demás y sugirió ir a sus casas para rectificar que los "escuincles no estuvieran jugando con sus computadoras".

Sin saber si ahí lo encontrarían, los progenitores del crío que siempre supo del desastre que se avecinaba abrieron la puerta y no atisbaron a su hijo; la señora lloró, el señor quedó de pie ante su hogar y contestó el teléfono cuando éste sonó.

Del otro lado de la línea se encontró con la voz de su hijo, quien le dijo la verdad: él y sus amigos no fueron raptados, sólo estuvieron conviviendo con los niños del hospital, para hacerlos feliz en este día, que sentía mucho que todos los adultos hubieran sufrido, pero que en vez de discutir hubiera sido mejor que se unieran para tener mayores posibilidades de encontrarlos, al fin y al cabo la clínica está a cuatro cuadras de la escuela. Ah, que había llorado porque se imaginó la soledad de los niños enfermos y por eso se le ocurrió hacerles compañía; aunque sentía que algo faltaba, pero no sabía qué.


El señor sintió ira, rencor, alegría y tristeza; su peque tenía razón, por qué no pudieron darse a entender él y los demás padres de familia, que pena. Llamó a los demás adultos, les narró la historia, mas sólo una señora no respondió con un dejo de alegría: su Leyki sí había sido raptado, ¿qué no se acordaba del auto, de la pelota de Mickey?

Esa madre había hablado con el director y éste le dijo que no, que de él si ni sus luces, que mejor fuera a la policía, que ella sí estaba chingada, que a él ni lo metiera. Aquí es relevante decir qué pasó después de que el director corrió hacia el teléfono de su oficina, después de la mirada llena de interrogantes de los infantes.

Kuali o Director corrió hacia su estudio, llamó a la central de seguridad pública, contestó una señora, quien le pasó al comandante Navebajo, quien le espetó, textualmente: "¡No me joda! ¿Ese chamaco era pendejo, lelo o algo? ¿Cómo que salió? ¿Por qué? ¿Qué usted le dio permiso? Entonces el pendejo es usted. Yo no puedo hacer nada. Imbécil, ¿qué insinúa? ¿Qué ruido? Ah, es que una puta me anda haciendo un trabajito (risa, risa y carcajada) Ajá, ajá, sabe qué, muérase idiota". Y la comunicación se cortó.

Pero después del idiota y antes de colgar, Navebajo soltó: "Si me sigue jodiendo y si hace alboroto, usted va a conocer mis bolas y después al diablo, ¿entendió? ¡No lo oí! ¡Dígalo! Bien, bien, ahora deje de chingar señor director".

Con esa conversación Kuali entendió, ese crío no iba a regresar. Lástima por la madre, aunque quizá él podría reconfortarla. Así que le habló, pero ella no entendió. Pobre mujer, la que le esperaba en la policía, donde de seguro estaba su hijo, sólo que no en calidad de detenido, o al menos no en "esa" calidad de detenido, sino en "otra", a los pies del superior.

Y por si fuera poco, pensó el director, hoy, que acaba el periodo de esta legislatura no se discutió ninguna ley referente a los derechos de los infantes, qué país, qué políticos, qué ley y cuál orden. Para calmarse, Kuali marcó otro número, una voz joven dijo: "Sí, sí tenemos menores de dieciocho, ¿a qué hora viene? ¿La de siempre? Bien, no olvide el cambio".